martes, 31 de mayo de 2011

COSAS QUE ME RECONFORTAN



-Llegar a casa después del trabajo, dejarlo todo tirado y tumbarme en el sofá con las piernas en alto.
-Tomarme un café antes de salir a la calle por las mañanas. Algunos se santiguan, sin embargo yo sin café no piso las aceras. No es superstición, es necesidad física.
-Engancharme a series y terminarlas. Creo que esto es debido a un trauma infantil creado por dejar incompletos algunos álbumes de cromos, el de Candy Candy entre ellos.
-Escribir con bolígrafo negro en otoño-invierno y azul en primavera-verano.
-No hacer nada los viernes por la tarde.
-Descubrir por casualidad la política de "mesas limpias" y empeñarme en llevarla a cabo a rajatabla.
-Tener siempre a mano lágrimas artificiales para los ojos, protector labial y antihistamínicos, por si me da un yeyo.
-No ser asidua a las listas.Cuando de vez en cuando (como ahora) las hago, confieso que me gustan. Las listas dan un orden a las cosas, pero no me gusta poner orden. Me reconforta no ser una persona ordenada.
Una obligación menos.

lunes, 23 de mayo de 2011

A CUADROS


Así mismo me he quedado esta mañana a primera hora al subir al metro, apretujarme con mis sufridos compañeros usuarios e intentar hacer malabarismos con el periódico para leer acerca de la derrota fulminante del partido socialista, cuando otra usuaria con ínfulas de mensajera divina nos ha dado en voz alta y clara los buenos días a todos y acto seguido se ha puesto a tratar de concienciarnos sobre los beneficios de leer la Biblia y de creer en Jesús, que ya que murió por todos nosotros, deberíamos prestarle mayor atención. ¡Seremos sinvergüenzas a la par que ingratos!

A mí me parece estupendo que cada uno crea en lo que más le apetezca o en lo que le haga dormir mejor por las noches, pero no considero que sea de recibo que de buena mañana y con las lagañas prácticamente recién despegadas de los ojos, nos veamos obligados a oír semejante discurso dado a traición, porque ya me diréis que es que si no te gusta te puedes cambiar de vagón o salir del mismo si no te apetece escucharlo.

Por favor, con la palabra divina a otra parte.
Y a otras horas.
Gracias.

miércoles, 18 de mayo de 2011

CARA A CARA


Acabo de toparme cara a cara con mi pasado.
Me he dado de bruces con él y nos hemos mirado fijamente. No lo he cronometrado, pero juraría que por espacio de cinco segundos nuestras miradas se han mantenido fijas la una en la otra. 
He necesitado algo más de esos cinco segundos para reconocer a mi pasado.

Hace un tiempo, en encuentros fortuitos como este, mis tripas daban un brinco. Pequeño, pero brinco al fin y al cabo.
Hoy no se han movido de su sitio.

Y después de dedicarle unos minutos a recapacitar sobre este asunto, lo único que se me ocurre decir es: ¡qué pasado más feo!

martes, 17 de mayo de 2011

TECNOESTRÉS

Resulta que lo que a mí me pasa es que tengo una cosa que se llama tecnoestrés, que es mucho más "cool" y sofisticado que tener estrés a secas.
Y es que yo con tal de estar a la última sufro hasta de las nuevas dolencias.
No tengo iphone ni estoy enganchada a la playstation, pero eso de creerme en la obligación o necesidad de estar siempre disponible en el móvil, mirar el correo electrónico cada quince minutos, enterarme de todas las noticias, descargarme todas las películas que no he podido ver en el cine, ver online todas las series que acaban de estrenar en los EE.UU., suscribirme al spotify para escuchar música a todas horas,  ahorrar para comprarme un portátil con más memoria ram y más capacidad de disco duro, dejar que Movistar me regale un pincho usb para poder conectarme en cualquier lugar a cualquier hora (madre mía, que me quedo sin respiración con la enumeración tan larga que me ha salido), todo eso me causa una ansiedad enorme.

Siento que me falta el tiempo para poder estar al día de todo lo que ocurre a mi alrededor, no me da la vida, no llego.
Es increíble que esto me esté ocurriendo a mí, yo que pensaba que era una mujer capaz de practicar la multitarea como quien se come un paquete de pipas.
Pues no. Que lo sepa todo el mundo, aquí y ahora lo confieso: soy una mujer limitada y necesito volver al viejo método de hacer una cosa cada vez, con tranquilidad y a fuego lento.

Helen dixit.

jueves, 12 de mayo de 2011

CUANDO CAE LA NOCHE

Todas las noches se me ocurren ideas estupendas para este blog y a la mañana siguiente nunca las recuerdo.
Anoche me propuse tener la voluntad de escribirlas nada más tenerlas. Me levanté, anduve descalza por la casa, busqué mi libretita, busqué mi lapicero y apunté dos. Se me ocurrieron más, pero ya me pareció excesivo.

Esta mañana las he leido y las dos me han parecido una tontería supina.
Por tanto he decidido no apuntar absolutamente nada y levantarme amnésica cada mañana pero con la certeza de que todas mis ideas son siempre geniales.
Al menos cuando cae la noche.

lunes, 9 de mayo de 2011

UN PUEDO Y NO QUIERO

Todos los días me levanto con la idea de hacer esto y aquello y lo de más allá.
Me tomo el primer café y me digo: voy a terminar esto, voy a rematar aquello y voy a dejar finiquitado lo de más allá.
Me tomo el segundo café y me digo: qué pereza más grande pensar que tengo que hacer esto, aquello y lo de más allá.
Miro a un lado, miro a otro lado.
Muevo una montaña de papeles de una esquina de la mesa a la otra, respiro hondo y me prometo a mí misma que mañana seguiré inamovible en mi convicción de terminar todas y cada una de las tareas que tengo pendientes.
Porque yo sé que puedo.
Pero es que no quiero.

viernes, 6 de mayo de 2011

HASTA LA VISTA

Hace más de un año que comencé con este blog y aún no lo he terminado. Pero por el camino sí que se han quedado muchas cosas. Más que cosas, que me importan más bien un bledo, se han quedado personas. Aunque miro atrás y me doy cuenta de que esas personas también me importan un bledo. Ahora. Antes no, antes me importaban.

No sé en qué parte del camino lo que antes me importaba ha dejado de hacerlo, pero la línea es tan delgada que es apenas un hilillo y sólo cuando he ido alejándome la he notado más y más clara.
Así que por lo tanto ahora debo estar bien lejos, porque tengo clarísimo que entre todos los tipos de personas que tengo a mi alrededor, de los que menos cuesta desprenderse es de aquellos que no tienen entidad, que son ni fu ni fa, ni chicha ni "limoná".
En resumidas cuentas: orgullosa de haber llegado hasta aquí y con ganas de seguir.
Y a los que están al otro lado de la línea: "sayonara, babies!"