LONDRES YA NO ES LO QUE ERA

Hace diez años viví en Londres. Yo tenía diez años menos que ahora, ya sé que es una perogrullada, pero es que para mí han pasado tantas cosas que tengo que escribirlo para darme verdadera cuenta de ello.

Cuando me fui, como tantas que nos vamos y nos buscamos la vida, pues fui justamente a eso: a buscarme la vida. Ciertamente lo pasé muy bien. Una experiencia para atesorar.

Ayer estuve en Londres, después de tanto tiempo.
No me pareció tan inalcanzable, ni el inglés tan incomprensible, ni la libra tan cara ni el ambiente tan cosmopolita ni tan "cool" ni tan "fashion".
O yo ya no me sorprendo por todo o la globalización sí que es verdad que ha hecho mella.
Quizás Londres ya no es lo que era cuando llegué allí hace diez años pero lo que me ha quedado claro es que yo ya no soy la que aterrizó allí sin casa, sin trabajo y con un inglés de chiste.

Mi primera conclusión tras este viaje relámpago es que Londres sigue gustándome y todavía me parece una ciudad en la que podría vivir para siempre. Y la segunda es que mi yo de ahora me gusta más que mi yo de hace diez años. Menos mal...