martes, 1 de noviembre de 2011

POR AMOR AL ARTE

Fotomontaje de A.M.


Esta noche he soñado que entraba al Panteón romano (de la propia Roma) y que estaba todo lleno de cervezas. Y no sólo eso, sino que además podía coger todas las que quisiera, cervezas gratis a diestro y siniestro, de todas las marcas y nacionalidades. Cervezas que ni siquiera sé si existen. Y yo alucinando, porque me daba igual que me encontrase en el mismísimo Panteón, obra cumbre (o casi) de la arquitectura romana, lo que me dejó extasiada y casi rozando el nirvana era la variedad y abundancia de cervezas de tercio que había. Todas para mí.

Me he despertado muy intranquila y con un regusto amargo a cebada  en la boca. Y ahora no sé si tengo que preocuparme y revisar mis valores o simplemente dejarlo correr como un sueño y nada más.

Hoy es fiesta y no pienso mover un dedo, ni preocuparme ni revisar nada. 

Voy por una cervecita.

4 comentarios:

  1. Hola, Helen. Acabo de ver el comentario que dejaste en mi blog sobre contactar a Naolí Vinaver. Te agradezco infinidad el consejo, y seguro que lo haré. He oído hablar de ella y he visto varios de sus vides, como dices, tal vez no pueda atenderme pero sé que será de gran aliento. Gracias!

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  2. Helen: hay quien opina que los sueños forman parte de nuestra propia existencia y que también vivimos lo que soñamos. En este sentido, si alguien sueña durante varios años que es un cantante famoso, ¿en realidad no lo ha sido? Si te gusta la cerveza, ¡a tu salud!

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  3. Hola, me gusta que dentro de una de las obras cumbres de la humanidad, te fijases en la variedad de las marcas de cerveza. Los sueños van a su bola, y si los controlásemos yo no hubiese pasado la noche repleta de pesadillas. Lastima a que no me gusta la cerveza.
    Un abrazo

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