lunes, 17 de enero de 2011

TEMPOS

No hace falta ser muy listo para darse cuenta de que cada persona tiene un tempo, un ritmo, un compás.
Yo siempre he pensado que ir rápido, andar rápido, correr rápido, moverme rápido, hacerlo todo deprisa y corriendo era mejor, porque me dejaría más tiempo libre. 
Pero luego llega ese tiempo libre y claro, ya lo tengo todo hecho.
Y ahora qué.


Hoy se me ha ocurrido pensar que quizá no haga falta darse tanta prisa para hacer las cosas ni para llegar a los sitios. 
Que un ritmo lento y cadencioso tampoco está nada mal.
Y llegar, llegas.
Al final siempre se llega. 

3 comentarios:

  1. Mira, a mi yo tortuga se le caen dos lagrimones de alegria, tu lo sabes , toda la vida señalada por lenta y tranquila...gracias amiga.

    ResponderEliminar