sábado, 31 de julio de 2010

AJEDRECES

No me gusta discutir, ya lo he dicho alguna vez.
Siempre me siento perdedora.
Tal vez me falta más empatía o más paciencia para llegar hasta el final.
Me parece una pérdida de tiempo, un gasto de energía inútil y mi batería no es de litio ni alcalina.

En el fondo me doy cuenta de que los demás también tienen razón.
Pero no la doy, porque soy terca como una mula.
Una tiene sus principios.

Y lo que cuenta es el final.

2 comentarios:

  1. No creo que sea una cuestión de principios no reconocer los errores; mas bien creo que es una cuestión de soberbia u orgullo... y contra ambos viene estupenda la humildad.
    Saludos.

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  2. ¡Ahí le has dado!
    Tienes toda la razón.
    Un saludo.

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