miércoles, 9 de junio de 2010

CORRE, CORRE, QUE TE PILLO...


¿Cuántas veces os sobreviene la sensación de que nunca conseguís poneros al día?
Yo me paso todo el tiempo con esa angustia en el cuerpo.
Intento ponerme al día de todo:
Empiezo queriendo ponerme al día con los correos electrónicos.
Ponerme al día con las llamadas a los amigos que están lejos, con los cumpleaños no sólo de amigos, sino también de sus hijos; ponerme al día con las noticias, al día con las películas que estrenan y que no me da tiempo a ver, con los libros que salen nuevos y que son carísimos de comprar; con las actividades culturales que aquí en Madrid, y gracias al cielo, son innumerables y desde luego, ni por asomo se me ocurre apuntarme a todas. Eso no hay cuerpo ni bolsillo humano que lo resista.
También me gustaría ponerme al día con hacer deporte, con comer bien, con dormir lo suficiente, con echarme crema hidratante y exfoliarme en la ducha con una esponja áspera de esas que te lijan entera; ponerme al día con beber dos litros de agua, comer cinco piezas de fruta, tomar proteínas para cenar e hidratos para comer.
Ponerme al día con tan largo etcétera, que si lo enumerase todo, esta entrada sería larga cual papiro medieval.

¿Por qué tenemos que estar al día de todo?

Estoy agotada de tanta actualización.
Tiro la toalla.
Que venga el día y se ponga aquí a mi vera, que le voy a cantar las cuarenta.

4 comentarios:

  1. ufff, me siento totalmente identificada... ¿quien quiere lijarse el cuerpo todas las mañanas, encharcarse el estomago bebiendo agua y tener que pelar cinco piezas de fruta al día? yo paso, jaja!

    ResponderEliminar
  2. Desde luego, nunca pensé que la vida moderna fuese tan dura...

    ResponderEliminar
  3. Yo no consigo hacer nada de eso, lo que si hago es dormir despacio para que me cunda más el sueño

    ResponderEliminar
  4. Ofú, Clarinez, lo que yo necesito es dormir despacio durante dos semanas seguidas, a ver si cuando me despierte decido de una vez que es imposible ponerse al día y que realmente es una causa perdida...

    ResponderEliminar