Hay días como hoy en los que echo de menos la persona que fui y también la que quise ser y no soy.
Y aunque la persona que soy no es la que fui y tampoco la que quise ser, no me disgusta lo que he llegado a ser sin quererlo.
Y si me echo de menos a mí misma debe ser que estoy mal de la cabeza o que necesito más tiempo para estar a solas conmigo.
Y si no soy lo que quise ser, será porque no lo quise tanto y porque tal vez en un momento de iluminación o enajenación me di cuenta de que dejándose llevar una llega a sitios estupendos. A veces.
Y después de estas tonterías que se me ocurren porque estoy cansada, porque afuera llueve y porque es lunes y tengo muchas cosas que hacer todavía, os dejo, que tengo una cita.