Contra el viento.
Contra la marea.
Contra lo inexorable, lo irremediable y lo inevitable.
Tampoco contra el paso del tiempo, las arrugas, las pecas o la alergia primaveral.
Hay muchas más cosas contra las que no se puede luchar y aún así luchamos.
¿Por qué será?
Hoy tuve que lidiar con la mediocridad, con la imbecilidad en mi trabajo. Cuando supuestamente ya tendría que tener bien en claro que es así, la pregunta de siempre es: por qué no puedo lograr que me resbale???
ResponderEliminarPero no puedo, lo llevo en la sangre!
Besos querida :)
Exacto, no se puede luchar contra nuestra ética de trabajo, pero...aún así lo intentas.
EliminarUn beso para ti también.
Porque no nos rendimos. Un beso.
ResponderEliminarA veces es de ingenuos, pero es bonito perserverar. La esperanza es lo último que se pierde, la verdad.
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