Y aprieto las pestañas.
Invoco a los hados para que inclinen la balanza a tu favor.
Apretar las pestañas requiere de una gran habilidad y enorme práctica.
Sigo apretando.
Abro los ojos y los hados se han convertido en chiribitas de colores.
¿Cuánto pesa la necesidad?
Gracias querida amiga cabezuda con pluma de oro.
ResponderEliminarla necesidad no me suele pesar, pero ahora mismo sí... Q asco, no me gusta sentirme así.
Gracias por apretar las pestañas y hasta el ojete e invocar a los hados acaramelados
Generalmente la necesidad no deb pesarnos: No es más rico(en todos los sentidos) el q más tiene sino el q menos necesita(en todos los sentidos, también)
De nada, por ti aprieto todo lo que haya que apretar.
ResponderEliminarUn beso de tu amiga la cabezuda de oro.
Muaks.