Para mí, el lujo de darse un lujo es disponer de mucho, mucho, mucho tiempo libre, tanto como pueda acaparar.
Como el personaje de Momo en la novela homónima que protagoniza, detesto a los hombres grises que nos lo quieren arrebatar.
No pienso ahorrar ni un poco de tiempo libre, me lo pienso gastar todo.
Me voy, que se me hace tarde.